Los celos son una respuesta emocional que genera malestar y que surge cuando una persona percibe la amenaza de una posible pérdida de algo que considera como propio. Se relaciona con el temor de que alguien que amamos, preste especial atención a otra persona. Dentro de una moderación y sin que sea algo exagerado no tiene porque suponer un problema pero hay que tener cuidado con este tema. A lo largo de nuestra historia ha estado ahí, sobre todo en las épocas en las que el conocido como el 'amor romántico', estaba más presente.
La manifestación de los celos por parte de nuestra pareja ha sido una conducta que se ha visto con buenos ojos, ya que se ha manifestado como una forma de mantener esa relación. Esto es parcialmente cierto. Los celos surgen cuando la relación se percibe como amenazada, es decir, hay un temor a la perdida.
La cuestión que podríamos plantearnos no es ese miedo a la pérdida de la relación que podría considerarse algo adaptativo para una relación amorosa que desea mantenerse, sino el por qué se producen esos celos. Los celos y la autoestima tienen una relación inversa, es decir a mayor autoestima menor probabilidad de que esos celos se den. Por lo tanto, más que una problemática de la pareja, en la mayoría de los casos, es una problemática individual. Esa falta de autoestima genera una falta de autovaloración y una propensión a especular sobre los motivos que tiene la pareja por mantenerse junto a nosotros.
Además también se genera una identidad con esa etiqueta en el que decir 'Yo soy celoso' se convierte en un rótulo que llevamos siempre con nosotros como si fuera nuestro DNI, sin tomar consciencia que no somos celosos, sino que nos comportamos con celos. Pensamos que si somos de una forma no hay posibilidad de cambiar, somos así y punto. Si nos comportamos de una determinada forma podemos cambiar, ya que, la conducta es modificable en base a las leyes del aprendizaje: Todo lo que se aprende, se puede desaprender y reaprender en base a esas mismas leyes.
Todas las conductas que repetimos recibimos un beneficio de ellas, en ocasiones cuesta ver qué sacamos de ellas pero siempre las hay. En el caso de los celos es inmediato y este es el alivio que se puede sentir al ver que tu pareja centra su atención en ti o refuerza tu inseguridad al manifestar que no tiene interés en otra persona. Una persona con seguridad en sí misma, una buena autoestima y una relación de confianza no necesitaría esta reaseguración constante.
Recolectando lo que hemos hablado en este artículo, algunos de los elementos que influyen en los celos son: La autoestima, el pensamiento, la identidad y el refuerzo. Por tanto, no son síntomas de amor. Este es un tema que genera conflictividad en muchas relaciones y es una problemática que se puede trabajar y solucionar, con tiempo, interés, paciencia y motivación para el cambio.
Jorge Pérez Ferrer
Psicólogo, sexólogo y terapeuta de pareja