“Es una falta de respeto que le saludes delante de mí”,“No es lo normal que seas tan simpática”, “¿Tienes que ser tan agradable con él?”, “Debes eliminarle del facebook si es tu ex, no puedes estar viendo qué hace a cada momento” “Si me quieres debes hacerme caso”,“Si no lo hago por mí, lo hago por ti” , etc. ¿Os suenan estas frases? Estas y otras similares son bastante características de las personas que manifiestan celos.
Como se comentó en el anterior artículo, los celos son una respuesta ante el temor de la perdida de la pareja. Algunos autores lo consideran como algo innato, ya que aparece en diversas culturas y tipos de relaciones. Sin embargo, podría deberse por la influencia de las propias culturas ante la percepción de posesión de la pareja, ya que no en todas están presentes. La exclusividad de la pareja monógama es algo meramente cultural, ya que, el ser humano no es un animal monógamo por naturaleza, sino de manada. Lo que sí es seguro es que influye de manera negativa en la relación de pareja y puede cambiarse.
Antes de intentar cambiar esta conducta que nos puede afectar, sería interesante conocer una teoría sobre las relaciones para ver de qué manera se forman ese estilo de pareja. La teoría del apego de Bowlby nos plantea que los primeros vínculos interpersonales son los que influyen en la manera de relacionarse de adultos. En función de cómo se dé esa seguridad y ese apego con sus cuidadores. La función que cumplen estas conductas de apego, desde un punto de vista de la evolución es de protección en la naturaleza ante los posibles animales que pudieran atacar. Para los primates de gran tamaño que moran sobre la superficie terrestre, la seguridad reside en integrarse a la manada. Por lo tanto, se puede definir al apego como la “conducta que reduce la distancia de las personas u objetos que suministrarían protección”
Actualmente y en una naturaleza humana y cultural se activa esa sensación de riesgo cuando se ve en peligro su relación de pareja. Por lo tanto, si la relación con sus cuidadores ha sido distante, sobreprotectora, ambivalente, cariñosa etc, así se irá generando en la adultez y si la relación con sus cuidadores ha sido una relación insegura en la que la que ha generado una baja autoestima y falta de seguridad en el niño, así mismo, las relaciones de adultos se irán conformando.
Finalmente decirle a las personas que manifiestan y sienten celos que tomen conciencia de sus pensamientos y plantear verdaderamente qué evidencias tienen para sentirse celosos. A las parejas de las personas con celos, plantar un límite, ya que esas personas que sufren esos celos querrán reasegurar sus inseguridades con vosotros y pedirán cada vez más, ya que se va reforzando esa conducta.
Y terminaré el artículo con una frase de Jacinto Benavente: “El que es celoso, no es nunca celoso por lo que ve; con lo que se imagina basta.”
Jorge Pérez Ferrer
Psicólogo, sexólogo y terapeuta de pareja