A lo largo de nuestra vida vamos experimentando diferentes experiencias, gestionando diferentes momentos y actuando en base a como nos vamos sintiendo. Es por ello, que es importante la capacidad de gestión de nuestro fuero interno. Esas emociones, que genera esa energía para ir hacia una dirección u otra, tener consciencia de ellas, conocerlas y trabajar con ellas. En ocasiones se tiene el mito que la fortaleza emocional es la evitación de las emociones o una buena forma de resolver el problema es huir hacia adelante. El autoconocimiento es indispensable para una mejora personal, una vida más autorrealizada y un mejor estado de ánimo.
Inicialmente se había considerado el concepto de salud como la ausencia de enfermedad. Sin embargo en la actualidad es un concepto mucho más amplio y que abarca a la persona en toda su integridad. Desde la OMS (Organización Mundial de la Salud) en el siglo pasado, la salud cómo un estado completo de bienestar en el que se incluyen: bienestar físico, social y mental (emocional) de una persona. La salud es un trabajo del día a día y por tanto cotidiano, y dentro de esa salud, está esa salud emocional o mental en la que interviene esa inteligencia o aprendizaje emocional. Además de esa capacidad de gestión es importante querer realizar los cambios adecuados. En ocasiones, el beneficio que recibimos a corto plazo o el miedo a lo desconocido hace que no realicemos esos cambios adaptativos. A continuación se mostrará algunas pautas para esa gestión más adecuada de nuestras emociones:
Toma consciencia de tu proceso interno. El autoconocimiento como primer paso es indispensable para su gestión. Detente y observa.
Vive tu presente y focaliza tu atención en lo que haces a cada momento. Experimenta tu vida, cada sensación y cada situación. Si huyes de tu vida, vuelve al primer punto.
Es necesario que cuides tu cuerpo para que tu mente también esté sana. Dieta adecuada, ejercicio regular y un horario más o menos fijo de sueño y alimentación pueden ayudar a fomentar una mayor estabilidad emocional.
No existen emociones negativas o positivas, sino adaptativas y desadaptativas. Puede que algún autor utilice este concepto pero es importante tomar consciencia que todas las emociones son útiles y cumplen una función, si las consideramos negativas, se producirá una reactancia ante ellas.
Entrena tu capacidad de estar en relajación y en calma. Toma consciencia de cómo respiras y que piensas, ya que en ocasiones nos encontramos ansiosos por qué elucubramos muchos posibles futuros. Solo existe el presente y lo que se va conformando desde ahí.
Mantén relaciones personales lo más sanas posibles. No te aísles, ni aceptes cualquier tipo de relación por miedo a la soledad. Y con relación a eso, expresa de forma adecuada cómo te sientes y lo que deseas. Tienes todo el derecho a no estar de acuerdo con otra persona y eso es independiente de lo que sientas hacia él o ella.
Plantéate objetivos a cumplir. Es importante que plantees algunos a corto plazo o los que sean a largo plazo lo subdividas, eso te daría una cierta dosis de energía de bienestar conforme lo vas cumpliendo. (Cuidado con objetivos imposibles o difíciles de conseguir, las expectativas son nichos de malestar).
Jorge Pérez Ferrer
Psicólogo, sexólogo y terapeuta de pareja