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NIÑOS Y TECNOLOGÍA ¿AMIGOS O ENEMIGOS?

Vivimos en la era de las nuevas tecnologías. Podríamos considerarlo una revolución. Nuestras vidas han cambiado mucho; hemos cambiado la forma en la que nos comunicamos, cómo nos desenvolvemos en el trabajo, cómo nos socializamos y mantenemos nuestras relaciones personales y, cómo no, también ha cambiado la crianza de nuestros hijos e hijas. Pero, ¿eso es bueno?


A muchos padres y madres les preocupa la posibilidad de que su hija o hijo pueda tener una adicción a la tablet o al móvil. En general a las nuevas tecnologías, ya que pasan muchas horas utilizándolas. Según un estudio de la universidad de Yale (EEUU) en 2009, los jóvenes utilizan 45 horas a las semana las NT. Y es un dato aplicable a hoy en día.

¿Es negativa la utilización de las mismas? Puede traer consecuencias negativas como la falta de socialización, la disminución de la atención, el no aprendizaje de habilidades sociales e interpersonales, el no tener un hábito de lectura, dependencia, irascibilidad, conflictos, aislamiento, falta de concentración, etc. Son muchos los temores fundados que podríamos tener ante esta revolución tecnológica.


En las escuelas hay cada día una mayor presencia de ellas. Bill Gates nos deja una frase muy interesante: “La tecnología es sólo una herramienta. En términos de llevar a los niños a trabajar juntos y motivarlos, el profesor es el más importante”. Es una herramienta y, como herramienta, puede tener una utilización perjudicial. Pero, ¿y qué puede tener esta herramienta de positivo?


  • Estimula la inteligencia psicomotriz con juegos que fomenta el movimiento.

  • Fomenta superar retos y por tanto la capacidad intelectual.

  • Fomenta la comunicación, acercando a las personas que viven lejos para poder comunicarse de una forma adecuada y fácil.

  • Es placentero y divertido.

  • Es muy visual. Se puede aprender más rápido al ser menos conceptual y mas visual.

  • Estimula la memoria. Existen diferentes tipos de juegos para fomentar esta capacidad.

  • Y lo más importante: ayuda a aprender.


Como padres y madres, sería interesante plantearnos algunas cuestiones sobre esta herramienta: ¿La usamos como canguros para hacer que nuestros hijos estén entretenidos durante mucho tiempo? ¿Pasamos suficiente tiempo con ellos y ellas jugando? ¿Qué alternativa tienen a esta tecnología, si esque tienen alguna?. Es normal que los niños y niñas busquen estímulos. Los necesitan. De modo que si no tienen una alternativa estimulante, como por ejemplo jugar con ellos, entonces es difícil que podamos reducir el tiempo de uso de estas tecnologías.


Hay muchos estudios que nos recomiendan que es bueno que los niños y niñas utilicen estas tecnologías incluso desde el nacimiento. Pero también es necesario remarcar que el tiempo que la usan es importante. ¿Cuánto tiempo deben dedicarle a su utilización?. Hay debate sobre el tiempo estimado. Pero podríamos decir que antes de los 3 años, si se puede evitar, mejor. A partir de los 3 a los 5 años, entre media hora y una hora de uso de pantallas interactivas (sin contar las horas de clase en las que han podido utilizarla). Conforme van creciendo y se les ve resueltos en su utilización, y sin problemas, con edades de entre los 6 y los 18 años no se recomienda más de dos horas al día. En ocasiones sólo se les deja el fin de semana. Aun así, es bueno que tengan ese límite de horas, siendo flexibles si tienen un poco más de tiempo libre. Si son niños, es importante que utilicen estas tecnologías al terminar lo que tienen que hacer de clase y además acompañados de un adulto en caso de utilizar internet, ya que es una puerta abierta a un mundo y primero tienen que aprender a usarlo.


La tecnología nos puede ayudar a aprender, a buscar información de forma autónoma y a romper limites. “El problema real no es si las maquinas piensan sino si lo hacen los humanos”. F Skinner.




Jorge Pérez Ferrer

Psicólogo, sexólogo y terapeuta de pareja.


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