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MOTIVACIÓN Y CONCENTRACIÓN EN EL ESTUDIO. (II)

¿CÓMO PUEDO AUMENTAR MI MOTIVACIÓN Y CONCENTRACIÓN DURANTE MIS SESIONES DE ESTUDIO? (Parte II)


Existen diferentes estrategias que podemos emplear para controlar las distracciones que predominan en nuestras sesiones de estudio y así aumentar nuestro rendimiento.


-Dificultades de comprensión:


Una causa frecuente de las distracciones son las dificultades para aprender una materia compleja o poco interesante. En estos casos es importante revisar los conceptos previos para entender el tema, buscar ayuda del profesor para resolver las dudas y seguir el método de estudio.


-Incumplimiento de objetivos:


Otras veces la dificultad o el desinterés por una materia generan desánimo y pensamiento negativos hacia el estudio. Continuamente se interrumpe el estudio pasando las hojas, comprobando cuanta materia nos queda por estudiar o incluso se abandona la tarea, etc. Es importante para estos casos plantearse objetivos que podamos alcanzar y nunca abandonar una sesión de estudio sin realizar alguna tarea, sino simplemente aprenderás a evitar las dificultades.


-Distracciones al inicio de la sesión de estudio:


Las distracciones son más frecuentes al comienzo de la sesión, ya que según avanzamos en el estudio aumenta nuestra atención. Al iniciar cualquier trabajo hay un momento de toma de contacto en el que el nivel de concentración es bajo. Progresivamente mejora el rendimiento, hasta que aparece el cansancio y la actividad disminuye. Para controlar estas distracciones al inicio de la sesión es importante empezar siempre con tareas sencillas y activas que requieran tu atención Ej. Repaso del día anterior y más si tu principal problema es empezar. Otra buena estrategia es empezar con ejercicios o problemas de lápiz y papel que podamos conseguir hacerlos. A medida que aumenta el rendimiento continúa con actividades más difíciles y aplica el método de trabajo de manera ordenada.


-Distracciones ambientales conocidas:


Al programar la sesión de estudio debemos tener en cuenta las distracciones conocidas. Si con frecuencia nuestra sesión de estudio se ve interrumpida por el alboroto de nuestros hermanos, visitas inesperadas, compañeros de piso… hay que buscar una solución. Podemos hacer un pacto de silencio entre los miembros del piso o bien cambiar de lugar u horario de estudio si las distracciones son tan habituales que impiden tener y establecer cualquier hábito de trabajo. Cuando las distracciones sean pensando en la posibilidad de hacer otras actividades como quedar con los amigos, usar internet, etc. Es importante revisar la programación y establecer a diario un tiempo para las diversiones. Utiliza la posibilidad de divertirte como un premio. El estar con los amigos o cualquier otra diversión debe depender del trabajo realizado ese día. Es importante ajustar el valor de la recompensa al trabajo y esfuerzo realizado y obtenerla después de realizar el trabajo.


-Cansancio:


Uno de los aspectos a tener en cuenta para combatir las distracciones por cansancio es distribuir durante las sesiones de estudio las tareas y establecer descansos de 5-10 min cada hora de estudio para reducir la fatiga. Mantente alerta a la fatiga y actúa antes de perder la concentración. De este modo puedes reducir el cansancio y aumentar la concentración.


Otro aspecto importante para combatir el cansancio es adoptar una postura adecuada para realizar un estudio activo y reducir la fatiga física. Debemos sentarnos con la espalda recta apoyada en la silla y lo pies en el suelo. Además debemos mantener bien iluminada, ventilada y a una temperatura agradable la habitación, ya que si no son adecuadas la fatiga puede aparecer antes de tiempo. Otra recomendación para evitar las distracciones por cansancio y fatiga muscular provocada por tensión muscular es hacer respiraciones lentas y profundas. Inspirar llenando primero el vientre y después del pecho. Mantén durante unos instantes el aire. A continuación expira lentamente el aire de los pulmones y observa como descienden los hombros, continua expulsando el aire y observa cómo se contraen el estómago y el vientre. Vuelve a respirar del mismo modo durante unos minutos.


Debemos mantener unos hábitos saludables de sueño, alimentación y ejercicio. Es siempre una buena recomendación mantener estos hábitos, en especial durante época de exámenes, en la que muchos estudiantes alteran estos hábitos. La fatiga, el cambio de hábitos cotidianos y una disminución del tiempo personal de ocio provocan ansiedad y siempre reducen el rendimiento. Asegurar a diario un tiempo para el descanso, reconocerse y gratificarse por el trabajo realizado es una regla de oro para mejorar la motivación.


-Aburrimiento:


La monotonía es una fuente de distracción. Para hacer entretenido el trabajo aplicamos activamente el método de estudio y programamos en cada sesión distintas actividades y de distintas materias. En ocasiones ocurre que nos parece imposible atender a la tarea, ya que hagamos lo que hagamos estamos distraídos, cansados…. Tu programación debe contar con esta posibilidad y si un día no estudias, no tiene importancia siempre que a lo largo de la semana se pueden hacer ajustes necesarios para cumplir las tareas. No permanezcas en tu mesa de trabajo si estás perdiendo el tiempo, pero antes de abandonar el trabajo realiza una actividad sencilla y breve, por ejemplo, un problema de lápiz y papel de la asignatura preferida. Solo después podrás acabar la sesión de estudio. De este modo te estarás premiando por trabajar, mientras que en el caso contrario premiaras la distracción. Muchas veces ocurre que tras concentrarte en una tarea sencilla se despierta el interés y de manera gradual la concentración que creíamos totalmente perdida y podemos continuar con el trabajo programado.


-Pensamientos que distraen la atención:


Muchos estudiantes saben que su propia distracción son sus pensamientos. En la mayoría de las ocasiones los estudiantes “están en las nubes”. Al permanecer soñando despiertos se están distrayendo y además premiándose por distraerse, así aumenta la posibilidad de seguir distrayéndose. Los pensamientos pueden convertirse en un hábito incompatible con el estudio. La distracción parece inevitable a menos que se aprenda a manejarla. Debemos conocer cuáles son los pensamientos más habituales, cuales resultan molestos y cuando existe mayor probabilidad de que se den. Después analiza si la monotonía de las tareas o un método de estudio basado en la repetición puede ser la causa de la distracción y el soñar despiertos.


-Problemas personales:


Los problemas personales, en concreto los emocionales nos generan nerviosismo y captan nuestra atención eliminando la atención en el estudio. La solución de un problema empieza en muchas ocasiones con la definición del mismo. Una vez que conocemos la situación conflictiva debemos escribirla con detalle y luego buscar soluciones. Debemos dedicar un tiempo para observar y describir lo más exactamente posible los hechos, los sentimientos y los pensamientos vinculados a la situación. Debemos tener en cuenta que sucede, que no sucede, dónde y cuando sucede, quienes están implicados y que razones se dan para explicar o justificar el problema, que hago yo, cuándo y dónde lo hago, cuáles son mis emociones, que razones tengo para actuar de un modo u otro o cuales son mis prioridades y que quiero conseguir. Al final plantear soluciones y valorar los aspectos negativos y positivos de cada solución para elegir la opción más adecuada. Encontrar la definición del problema y el análisis del mismo así como la búsqueda de soluciones ayuda a controlar esos pensamientos de malestar que provocan los conflictos.


-Ansiedad:


Las respuestas de ansiedad más comunes entre los estudiantes están relacionadas con los exámenes o con cualquier otra tarea donde se evalúen los conocimientos o habilidades. Estas respuestas de ansiedad que consisten en pensamientos valorativos, en sensaciones de malestar físico… reducen siempre el rendimiento en el trabajo y en el estudio. Cuando no se puede atribuir a la ineficacia del método de estudio, debemos valorar la opción de asistir al psicólogo para trabajar el problema en particular.





Estefanía Maciá

Psicóloga Educativa


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